«Buen trato al paciente”, ¿cuáles son las claves?
Por Pía Villarroel Riquelme, enfermera jefa Hospital Clínico de la UA
La enfermería es una profesión que enseña a empatizar, a ponerse en el lugar del otro, a sentir ese dolor como si fuese cercano. En estos tiempos, se ha perdido la posibilidad de estar acompañado al enfrentar alguna enfermedad, te encuentras solo, sin tus redes de apoyo o entorno debido a la pandemia.
Muchos describen la empatía como la capacidad de interactuar con las personas, construir una relación, hacerlas sentir escuchadas, respetadas y comprendidas.
Desde la perspectiva profesional, es fundamental que nuestros pacientes sigan nuestras indicaciones para lograr una adherencia a los tratamientos, no obstante, en la práctica clínica a veces no se obtienen buenos resultados y nos sentimos frustrados.
Nuestra profesión está basada en un paradigma biomédico que nos hace incurrir en errores, con una actitud demasiado racional, apoyada en lo científico-técnico, vamos en busca del agente que provoca la enfermedad, dejando de lado los sentimientos. Es por esta razón que hoy en día se trabaja con un nuevo modelo de salud familiar, el cual propone un enfoque holístico, donde lo que importa es el individuo y su entorno.
Crear un vínculo con el paciente genera una mejor escucha activa. Empatizar con él, provoca un cambio en la disposición y entrega una responsabilidad, el mensaje es que “no está solo, él puede apoyarse en nosotros cuando lo necesite”. La actitud empática del profesional hacia el paciente hace posible el respeto y la dignidad en la relación médico-paciente. Es importante que el profesional se ponga en el lugar del enfermo, en su piel y vea con otros ojos su dolor.
El Hospital Clínico de la Universidad de Antofagasta es una institución docente-asistencial que se caracteriza por formar profesionales empáticos con una visión holística. Existen estudios y pensadores que han demostrado que la empatía es un fenómeno básicamente afectivo, o cognitivo para otros, que constituye por sí misma, una condición del ser o del existir. En otras palabras, es la relación con los otros. La empatía se desarrolla en los seres humanos desde muy pequeños, no es de distribución homogénea, pues existen personas con mayor facilidad de empatizar que otras. Lo importante es trabajar en la empatía y que ésta ayude a la labor clínica para una mejor atención y adherencia al tratamiento del paciente.
En conclusión, para que hoy alcancemos nuestras metas sanitarias y de satisfacción usuaria, es necesario acompañar al paciente y responsabilizarlo de mantener su salud mediante el cumplimiento de nuestras indicaciones, hacerlos partícipes de nuestros ideales. Para ello se necesita empatía por parte de los funcionarios de la salud como herramienta para establecer canales de comunicación efectivos, y lograr una efectiva recuperación del paciente.